Un grito de “ya no se aguanta más el oprobio acá en la isla” fue lo que ocurrió en los 50 lugares del país donde el pueblo se levantó para clamar por el fin de la dictadura. A lo largo del archipiélago se dieron imágenes inéditas de protesta que uno pensaría tuvieron lugar en cualquier otro sitio de América Latina, menos en Cuba. Porque América Latina lleva demasiado tiempo en ebullición, y Cuba lleva demasiado tiempo sufriendo con los labios mordidos.